La instantaneidad de las comunicaciones, la internet, las redes sociales ,
nos ha llevado a una mirada de "necesidad" de resultados
rápidos. Por otro lado, nuestra vida "útil" laboral,
considerando partir la vida laboral a los 20 años y terminarla a los 60 las mujeres y a
los 65 los hombre, es como máximo de 40 a 50 años. Si miramos la historia del mundo en
perspectiva, sólo del 3.000AC hasta ahora hay más de 5.000
años de historia ( más de 125 vidas útiles consecutivas) nuestra vida es muy breve comparada con la historia de la
humanidad, y más breve aun si la comparamos con la historia del
universo.
Cuando miramos desde un observador con esta perspectiva, acabar con el
sistema de pensiones, la falta de seriedad de la clase política, la caída de la
bolsa y otros tantos temas que suelen estar presentes en la prensa, pierden la
relevancia que los medio pretenden que tengan.
Para lograr un mundo distinto al que hoy tenemos, un mundo más amigable con
el medio ambiente, más sintonizados unos con otros, menos egoísta y más humano,
requerimos pensar a largo plazo. Los grandes cambios deben ser pensados a
espacios de tiempo en los que no lograremos ver los resultados en los que nos
queda de vida. Resultados que tal vez verán nuestros hijos o nuestros
nietos.
Somos todos parte de un mismo universo, somos todos parte de la misma energía,
que no se pierde ni se destruye, solo se transforma.
Por lo tanto, la caida de la bolsa (que seguro tarde o temprano subira), las crisis económicas, como otros tantos
cambios, son un pedazo ínfimo de historia, que nos afecta sólo en forma
externa, solo si dejamos que nos toquen. Porque ninguno de estos cambios nos
toca en el fondo de nuestro ser.
J.J.Irigoyen